A los tesalonicenses les encanta comer platos típicos acompañados de música griega en directo: una buena voz, un bouzouki (instrumento tradicional de cuerda pulsada), una guitarra, un vino local y alegría son los requisitos para pasarlo genial en una noche de fántastica música y comida griega.
Encontraréis estas tabernas por toda la ciudad. Algunas abren también para el almuerzo.
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