«Co-reinante», «Primero después del Primero» son caracterizaciones que se atribuyen a Salónica, para resaltar su importancia dentro de las fronteras del Imperio Bizantino. Desde el siglo IV d.C. hasta la conquista por los turcos en 1430, la Salónica bizantina se enfrentó a los conquistadores normandos y cruzados, al movimiento hesicasta, al movimiento zelote pero también proporcionó a la cristiandad a sus dos hijos, los hermanos Cirilo y Metodio, cuya labor misionera condujo a la cristianización de los eslavos.
Al mismo tiempo, durante la ruta bizantina, Salónica vivirá períodos de gran prosperidad intelectual y artística. La arquitectura, la agiografía y el arte del mosaico están floreciendo, creando obras maestras y dejando a la ciudad una riqueza cultural de enorme valor. Baños bizantinos, monasterios, iglesias e imponentes murallas constituyen los monumentos bizantinos de Tesalónica, algunos ciertamente tan importantes que fueron reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. ¡Sigue la ruta paleocristiana y bizantina para descubrir su grandeza!